Un buen día del año 85 estaba yo viendo un programa musical de TVE llamado «Auanbabulubabalambambu«, dirigido por Carlos Tena y creo recordar que Juan de Pablos presentaba el video «Running up that hill» de una manera un tanto grotesca, refiriéndose a la artista como «una chica que está muy buena». Así me enteré yo de que existía Kate Bush.

Aquella música me llamó tanto la atención que decidí comprarme el vinilo de «Hounds of Love» a la voz de ya. Dicho vinilo acabó hecho polvo de tantas veces que sonó. Años después, mi afición por la musica de Kate Bush creció con desmesura y un amigo que por entonces residía en Glasgow me trajo en uno de sus viajes la (ahora inencontrable) caja de 8 CDs «This Woman’s Work» con sus 6 primeros trabajos y 2 CDs de rarezas y caras B de las que he disfrutado durante mucho tiempo.

Pero, sin duda, la obra cumbre de Kate Bush ha sido este trabajo del que hoy hablo aquí. Dividido en dos partes claramente diferenciadas y con distinto título. «Hounds of Love» era la cara accesible con cinco temas maravillosos, cuatro de ellos convertidos en singles de éxito. «The ninth wave» era más conceptual y abrupto en sus cambios, pero de una exquisitez inigualable.

Kate Bush se propuso tomar el control de su trabajo hasta el punto de construirse su propio estudio de grabación e invertir casi 2 años en su realización. Lo consiguio, sin duda. Este es uno de esos discos que gusta entero. Yo, casi siempre, lo reproduzco de principio a fin.

Podéis encontrar multitud de artículos sobre «Hounds of love» en internet y leer las críticas de los compradores de tiendas online, pero no perdáis el tiempo en eso, sólo encontraréis unánimes alabanzas. Perderlo en buscar una copia de este disco en su edición remasterizada y con temas adicionales que podréis encontrar en tiendas como Amazon por precios verdaderamente ridículos. Contiene caras B maravillosas como «Under the Ivy» y otras lindezas.

No perdáis la oportunidad de escuchar esta maravilla. No solo de tecno vive el hombre.

3po.