Ayer, mi mujer y yo tuvimos el orgullo de asistir a uno de los eventos frikis organizados en el Frikoño. Además, nos ha complacido mucho ver que hay «movidilla» y que uno de los locales que participan en este evento es el Biribay Jazz Club.
Ambiente agradable, con el humarro clásico de estas ocasiones, una buena cerveza tostadita de caña y gente de todo tipo coexistiendo. Y ruidaco de los grupos tralleros. A lo mejor no es lo que más me gusta, pero era genial.
Y sin olvidar a los fanzines, los jugadores de rol, aficionados al cine marciano y la literatura infecta. Maravilloso.
Aún hay gente con voluntad organizadora de eventos bizarros. Mis más sinceras felicitaciones.
3po.